La prisionera y la Reina.

Mi calle tiene 30 verdes distintos que me estremecen de asombro arrullados por el viento
Mi aliento tiene música en silencio… que canta poderosamente por dentro
Mis pasos vuelan levemente con levedad de nube sencilla,… ligereza de alegría
Mis ojos se queman con el fuego de la luz del alma que arde en mi centro

Y un día soñé un sueño raro, que era una niña pequeña que cantaba a la virgen de la gruta
…..”¡OH Malía.., male mía!… , ¡Oh consuelo del mo`tal….”
Y mi abuela jalando mis manos, pobre abuela que me espera cada día…
¡Vamos niña vamos ya… que has cantado suficiente a esta virgen del Pilar!

Luego vino el baile de la niña, esa fuerza arrolladora que la enciende
Magia moviendo sus pies aunque no quiera cuando Beethoven asoma a su pequeño balcón de flores
La alegría de ser inocente de vivir con el ángel dentro y de la mano sin conocer los miedos ...
“Ángel de la guarda no me desampares ni de día ni de noche, amén”, reza por la noche mirando 1 estrella

Y de apoco se vinieron mas noches…, noches y días parando las rondas, abriendo la puerta al dolor
Se abrió el mar profundo oscuro con miedos fríos y negros de nunca acabar
Muñeca rota dejaste de cantar y de bailar al son del orfeón dominguero con perfume de misa
Girando, girando con tu vestidito celeste como campanita mecida por el viento

Y la niña se calló una y otra vez en el suelo con las rodillas rotas y nadie la ayudó
Y la niña buscó su muñeca escondida… y nadie la encontró
Y la niña pidió una mirada y un beso… y nadie se lo dio
Y la niña tuvo miedo… y desde el miedo aprendió

Aprendió que la vida era triste... y nunca más sonrió
Aprendió que la vida es injusta… y tubo rabia que aprendió a guardar y enfermó
Aprendió que el corazón abierto nos duele y guardó la llave en un hueco profundo que nadie mas vió
Aprendió que era una víctima….. y de víctima se vistió

Creció la niña y creciendo, creciendo, creciendo se hizo mujer
Mujer por la vida sufriente, sufriente mujer que sufres el sufrimiento de sufrir
Que vas por la vida buscando la muñeca que perdiste ayer
Que nunca encuentras sosiego ni el gozo de reir la vida que es linda aunque no la ves

Pasó la vida de largo marcando sus huellas de tierra
El tiempo no fue amigo de quedarse en la puerta, entró y se arrinconó en su alcoba
Pero el ángel de la guarda que cantaba con la virgen de la gruta aquella…
Se había quedado con ella y le cantaba al oído... ¡oh Malía male mía!.. noche y día sin cesar

Y de tanto cantar el ángel que tenía paciencia celeste…
Rompió las puertas de fierro de los puentes levadizos
Y logró entrar al castillo de la princesa encerrada en la torre de los miedos
Que lloraba y lloraba de tanto sufrir sufrimientos

Y su canto de milenios de consolar tantos llantos logró el milagro imposible
Matar el encantamiento de los terrores nocturnos y de la soledad con gente
Y cortó la cabeza de los monstruos caminantes con caras deprimidas
Que cayeron fulminados por el rayo de alegría que emanaba de su frente

Y desperté de aquel raro sueño de niñas cantando en la gruta de la Vírgen del Pilar
Que se convertían en princesas cautivas en una torre de miedo
Con monstruos que la custodiaban y negros guardianes ocultos en mantos de asilamiento
Que lloraban sin consuelo porque no sabían la ruta del puente que sale del país negro

Y me sacudí el cabello, y me sonreí en el espejo, me calce zapatos bonitos y me dirigí a la vida
Entoné la canción que ensayo en mis nuevas clases de canto
Hice un paso de baile aprendido de tanto bailar sonriendo
Y escribí un poema para contarte la historia de una princesa esclava del miedo, convertida en reina del viento……….

María Amalia Jeria